De repente, usted toma conciencia…
De repente, usted toma conciencia…
De repente, usted toma conciencia de la fiera que está dentro de usted. En ese instante… en ese instante, cuando descubre la fiera dentro de usted, siente que si no amplía su conciencia, su sufrimiento aumentará. Y usted toma una decisión.
Yo también soy una fiera, por eso estoy aquí, en medio de fieras, porque no sería lógico que el Magnánimo Señor del Universo colocara una oveja en medio de leones. No, ¡Él no haría eso! ¡Él es la esencia de la Justicia!
Por lo tanto, por la lógica universal, soy llevado a creer que aquella fiera no está solo allá afuera, no está solamente aquí en casa, está también dentro de mí, claro. Usted toma conciencia y dice: “Yo también soy una fiera. Por eso, estoy en medio de fieras”.
Y usted, entonces, no logra convivir con usted mismo.
Hay una alternancia de ser.
Algo está obligando al movimiento. No está habiendo equilibrio entre las fuerzas feroces que existen dentro de usted y las fuerzas no tan mansas que también existen dentro de usted.
Usted tiene que optar. Llegó el momento de la opción. Usted comprende que es fiera y que está en medio de fieras.
Entonces, pare y comience a imaginar que debe existir un Mundo Mucho Mejor.
Usted comienza a imaginar: debe existir un Mundo Mucho Mejor, donde esas fuerzas conflictivas no existan, donde no haya conflictos tan intensos, donde aquel lado suave y bueno, manso, deba predominar… deba predominar.
Usted no sabe, pero cuando llegue ese día, estará conquistando un paso más en el sentido de ampliar su conciencia. Sí, usted estará, incluso, ampliando más su conciencia.