Cuando en la armonía musical usted coloca un accidente, aumenta mucho más la creatividad y su poder en relación a los conjuntos armónicos.

(…) Al comienzo,  usted coloca un accidente, después adiciona otros y otros, y cuando usted consiga dar la tonalidad que tenga el mayor número de accidentes y domine todo esto, usted podrá tocar en cualquier tono.

(…) Su vida solo tiene razón de ser si usted entiende el Respeto. Es la señal de su vida. Es la marca de su vida. Usted está marcado por el Respeto que ha tenido en sus acciones. Si no hubiese Respeto, su vida sería una línea recta, sin accidentes, armónicamente pobre.

Cuando usted entiende el Respeto, usted se modula, siendo mayor la armonía de aquello que usted vive. Toda su vida se construye en relación al Respeto que usted le da a las cosas.

(…) Cuando usted haga algo en la vida, a partir de hoy, y quiera que eso sea realmente entendido, espere. Preste atención al Respeto que usted le da al tema que quiere proferir. Y ahí usted hará una marca  de Respeto que la persona, al oírlo, cargará.

Por lo tanto, cuando usted quiera realmente decir algo –no sólo hablar, ¡decir!–  pare. Espere. Nunca comience desde la mitad. Nunca atropelle. Use la paciencia. En el prólogo está toda la temática. El clima se crea aquí. El resto transcurre.