Usted ya se preguntó quién es mejor: ¿un vegetal o un hombre? ¿Usted ya se preguntó eso? Piense bien, ¿quién es mejor: un vegetal o un hombre?

¿Qué hace el vegetal de malo a la naturaleza? Nada. “Sí, pero el vegetal es omiso”, podrá decir alguien. No. El vegetal está parado y el hombre anda. El hombre tiene brazos, tiene piernas, el hombre se mueve. “¡Sí, pero el vegetal está parado!”. Pero, incluso quedándose parado, el vegetal hace algo muy importante: él da flores, le da frutos a usted… él no es egoísta. El vegetal alimenta al animal. Y el hombre ¿a quién alimenta?

“¿Y el animal?”. El animal solo mata para comer. El animal solo pisa cuando necesita prender, para comer o por una necesidad apremiante. ¿Y el hombre? ¿Qué hace el hombre con las manos? El hombre quita para matar.

¿Quién es mejor: el vegetal, el animal o el hombre?

Una vez más, dentro de usted, aparece el concepto de Mente. Qué será que existe dentro de este aspecto llamado mental, que hace al hombre la peor de las bestias en la faz de la Tierra: quita, mata y no da nada a nadie. ¡Todos dan! ¿Y el hombre…?