15 de Febrero de 1980
15 de Febrero de 1980
Existen personas que viven para aconsejar a los otros.
Cuando alguien venga a darle un consejo, pare, oiga, respete, no importa si es de un niño, de un joven o de un viejo. Lo importante es analizar el consejo que le dieron. Esto para quien recibe el consejo.
¿Y para quién lo da? Al dar un consejo a alguien, observe si no existen aspectos de egoísmo, de vanidad, de orgullo. Considere que es más fácil dar un consejo que analizar un consejo recibido. Analice antes, más allá del propio consejo, a la persona a quien usted pretende dar el consejo. Vea si es fuerte o no. Y sea muy consciente antes de exponer una idea con respecto a cualquier tema. Actuando así, tal vez usted no concierte el mundo, pero ciertamente lo estará haciendo con usted.