14 de Agosto de 1981
14 de Agosto de 1981
Imagine que nuestro cuerpo esté constituido por una cantidad de lucecitas, sintonizadores, emisores y transmisores con diferentes frecuencias. Imagine ese montón de puntos en su cuerpo y en el de los otros también.
A medida que usted realiza entrenamientos, ejercicios mentales, usted va colocando todo eso en una determinada faja, usted se va armonizando.
Existe una energía de la palabra, de la letra, y dentro de la letra existe el significado de ella, sino, no sabríamos lo que la palabra quiere decir. No es solamente el sonido, la junción de las letras. Dentro de la palabra hay una emoción, una energía, el sentimiento ligado a la imagen que usted tiene de aquella palabra.
Ahora, la imagen capta todas las facetas de lo que algo quiere decir, facetas que usted muchas veces solo siente, no tiene participación consciente; puede ser inconsciente.
El humo, ¿qué es? Es esto aquí. Esto, dentro de su mente, es una imagen que tiene todas las informaciones de lo que es el humo, de dónde viene, lo que hace el humo, los colores, sus cualidades y características. El color le recuerda algo, le trae una emoción; si es de otro color, le causa otra emoción. Y cuando digo humo, no es solo este, sino todos los humos posibles: en el color, en el olor, en intensidad. Recuerdos de algo, signo-señal, el proceso de la memoria.
Imagine, entonces, su cuerpo con sensores para captar sensaciones. Y una persona dice: “Soy dueño de cuatrocientos pozos de petróleo en Texas”. Usted dice: “Es mentira”. ¿Por qué no le hizo eco a usted lo que ella dijo? ¿Por qué usted puede decir: “Creo que no es verdad?”. Es porque las palabras pronunciadas fueron cargadas de emoción, del sentimiento, real o irreal, verdadero o mentiroso que la persona tiene y que, en el conjunto expresado, usted sintió.
En una charla normal, de repente, usted entra en ese estado de desconexión. En ese momento su percepción es mayor, usted ya consigue un estado más armónico. Una persona conversa con usted, también con las luces encendidas. Ella despierta en usted una emoción de tipo “rojo”. Lo que ella habla viene cargado de esa imagen, traducida por la palabra. Aquello entra en usted, golpea en sus luces y ellas lo rechazan. Esto es intuición, percepción. En ese momento usted tiene algunas percepciones con relación a la persona o al medio, o sea, a las cosas del ambiente.
No desprecien esas sensaciones. Ellas son verdaderas, más reales que cualquier cosa. El entrenamiento es lento. De un momento a otro no se transforma en un sensitivo, pero aproveche la sensación, aunque usted descubra cualquier cosa y no sepa lo que es. Ya está bien. Más adelante usted descubrirá.
(…) A veces usted puede captar alguna percepción que va a dejarlo fastidiado, triste. Cuando ocurra eso, haga un bellísimo análisis: “¿Será que no soy yo el que está equivocado al no aceptar una percepción que es justa, honesta?”. Y usted se corrige. Mire a la persona y sepa qué decir para mejorarla. O, entonces, sepa protegerse de la persona cuando ocurra esto, porque el aspecto que más rápido se capta en ese desarrollo, es el de la falsedad. De repente, usted percibe una palabra falsa, o un clima… da ganas de no hablar más, de no ir más, de no acompañar más a la persona en aquel proyecto. Si tuviera una intuición de que no va a salir bien, puede creerlo: realmente no va a salir bien.
Lo que quiero intentar mostrar ahora es lo siguiente: no se dejen llevar solo por los cinco sentidos, que son groseros. Déjense dirigir por la percepción más fina. No es para andar por ahí en alfa; es necesario que usted también acepte sus cinco sentidos que dan respuestas groseras y sirven para este medio. Pero, de repente ocurre una percepción, no sea negligente. Aprovéchela. Así comienza el entrenamiento. Porque un día hasta la parte física reaccionará: parece que el cuerpo, cuando repele, es empujado hacia atrás. Usted será alcanzado. Y ustedes van a aprender a dejar el cuerpo en estado para sentir eso. O para sentir y atraer lo que es puro. Demora un poco, porque para desarrollar poder necesita tener Filosofía. Si no tuviera preparación, usted podrá caer por los aspectos egoístas todavía existentes en usted.
(…) Cuando usted está en alfa, entra en sintonía con el estado en el que usted se encuentra. Si está nervioso, entra en sintonía con aspectos de nerviosismo de la humanidad. Si en paz, en sintonía con aspectos de la Paz en el Universo. Si del más allá, en sintonía con aspectos más allá del Plano. Siempre su estado es el que le confiere la sintonía con el otro estado.
(…) “Entonces, ¿cómo es que las personas pueden evitar los aspectos de forjación mental?”. Cuando sean realmente libres. Así, no forjarán lo que tienen miedo de aceptar.