Una Eterna Navidad
Una Eterna Navidad
En esta época del año cada día es especial. Las personas vienen y van comprando regalos, las luces navideñas brillan en los hogares cuando anochece, hay alegría, prisa, diversión. ¿Qué nos diferencia, en esta época del año, de aquellos que tal vez olvidaron lo que todo esto significa? El ideal.
El pensamiento ideal, el amor ideal que, cuando se ponen en acción a favor de una causa mayor, se extienden como un reguero de pólvora por todo el mundo. Un ideal que potencialmente todos pueden alcanzar, pero al que solo algunos se entregan. Un ideal que puede transformar nuestras vidas en una eterna Navidad. Toda una vida, no un período corto, dedicada al cumplimiento de los principios que hacen tan única y especial esta época del año.
Esa época que representa una posibilidad mayor para la humanidad, algo en cuya dirección podemos trabajar individual y colectivamente. Un potencial para un cambio radical que puede surgir sobre la faz de la tierra, siempre que las acciones que emanan del corazón hablen primero, y que los miedos del ego tengan poco que decir.
El resultado, sería como un renacimiento, un nuevo espíritu, un nuevo plan y nuevas formas de alcanzar nuevos y viejos objetivos, en los cuales el tiempo queda dividido entre todo lo que era antes y todo lo que viene después de esta revolución del amor. Una época en que la bondad, el cariño y la dedicación a la humanidad sean todo lo que se anhela para satisfacer los deseos terrenales.
Un tiempo que puede ser ahora mismo, dentro de usted…
Una eterna Navidad.