Realeza en la real Naturaleza
Realeza en la real Naturaleza
Es despertar la atención, la fluidez del agua. Surge en caminos naturales de los ríos y los océanos provenientes de los glaciares, en las minas de montaña, del centro de la tierra, del vapor de los bosques o de la lluvia que fluctúa de llovizna a tormenta, hasta que se interrumpe cuando canalizada. ¿Y qué hace, incluso «presa»? Mantiene su versatilidad.
Cuando asociada a la creatividad humana, su flexibilidad se adapta a las más variadas necesidades. Basta observar su potencia y su función en algunos momentos del día a día: saliendo de las canillas contribuye a la higiene personal; acomodada en formas y a bajas temperaturas, se sirve como hielo; hervida sobre buenas hierbas se convierte en bebida; lava tejidos en las industrias y lanza su fuerza motriz para mover las aspas de molinos o motores.
Después de entregarse con fuerza o con suavidad, con la libertad de aquellos que saben lo que quieren, vuelve a lo natural y nuevamente comienza su ciclo; se evapora, se congela, se licúa, fluye y recomienza los desafíos que la jornada le ofrece.
Quizás también sirva como una invitación a la naturaleza humana, para continuar su trabajo sin distracciones, ofreciendo continuamente lo que está contenido en sí mismo, la realeza en su real naturaleza.