24 de Junio de 1981
24 de Junio de 1981
En la fase del desarrollo para alcanzar la felicidad, por más que se hable de algunos temas, esos temas siempre quedan incompletos, porque cada tema, cada tema de importancia fundamental, total, temas que tocan… que hablan respecto de la personalidad, del comportamiento, temas que son parte de la constitución humana, esos temas se presentan bajo muchas facetas.
Entonces, en un Curso se discute uno de esos aspectos y las personas dicen: «Caramba, ¡entendí! ¡Realmente es eso! Creo que ahora ya sé y ya está resuelto el problema». Pasa un tiempo y el problema reaparece.
Entonces, si quisiera hablar un poco sobre ellos, serían temas del tipo: la vanidad. El orgullo. ¡La bondad! El amor… No solo negativos; positivos, no importa. Temas que tienen una importancia… ¡El miedo! El temor. Temas que son constituyentes. Ellos entre sí se articulan y son la razón del ser humano, constituyen al ser humano. Todo aquello que se hace en análisis, en un consultorio de psicoanálisis, pero… – o por lo menos son discutidos.
Por más que se hable sobre ellos, ustedes van a verificar que siempre habrá algo más, nosotros siempre necesitaremos hablar un poco más sobre ese tema, hasta el día en que cada uno pueda entonces descubrir que es así el funcionamiento, que es este el funcionamiento, y cada uno entonces va buscando las miles de facetas, las miles de… facetas – es el término – faces en las que ellos se van a presentar en las circunstancias de la vida, en todas ellas, relacionadas de adentro para afuera y dentro de usted, usted con usted mismo.
Esos temas, esos asuntos, dan otros temas resultantes: felicidad/infelicidad, tristeza/alegría, bienestar/malestar, sensación de plenitud/sensación de vacío.
Por eso, muchas veces, personas ya preparadas, personas que están en un nivel de conocimiento altísimo, que pasaron una vida entera estudiando, a veces se van a encontrar tristes y/o alegres; felices e infelices; bien, mal. Y entonces esas personas se preguntan: «¡pero, caramba! Con tanto conocimiento, tanta cosa, por qué todavía esas resultantes de: bien/mal, alegre/triste, feliz/infeliz, contento/descontento… ¿Por qué todavía me sucede a mí, que ya he practicado, he estudiado, he…?».
Entonces, ahora sabiendo que esto es resultante de aquellos otros temas que hablé primero – básicos – que constituyen el ser, y sabiendo que esos temas presentan miles de faces, siempre correspondientes a circunstancias antiguas y nuevas – inclusive porque todo está en evolución – usted va a percibir que nunca va a parar de aprender, nunca va a parar de evolucionar.
Por lo tanto, cada vez que se toca un tema, aquel día… cada vez que se toca un tema y que nosotros ya lo tocamos, incluso ya lo hablamos, – esto también en la vida es así – va a suceder siempre algo interesante que ustedes necesitan saber que es así y que sucede: aquel día y en aquel instante y en aquella circunstancia personal, aquel tema tendrá para cada uno una connotación, se presentará con una visión diferente. Es el mismo tema, pero aquel día para usted es diferente, y siempre será diferente, porque las circunstancias se alternan día a día.
Todo eso hace un equilibrio de la naturaleza. Hace que las cosas no tiendan ni para un lado ni para otro lado. Hace que todo esté armónicamente mezclado. Una mezcla armónica. Todo en la naturaleza, todo en el universo sucede así. Y esto se traduce por algo que ustedes ¡tal vez no hayan descubierto el valor! El hecho de ser así da la motivación de vida.
En caso de que no fuera así, el individuo se completaría y, al completarse, él perdería el factor… esperanza… o la voluntad de continuar. Perdería aquello que empuja. Perdería el factor que determina la caminata hacia adelante en la evolución. Es importante que las cosas sean así.