18 de Diciembre de 1979
18 de Diciembre de 1979
Un individuo entra en una ciudad y esta ciudad tiene muchas calles y callejuelas, y él va andando por las calles y callejuelas de esta ciudad.
Él percibe que todo es muy difícil. Percibe que las calles son muy angostas, que las personas se chocan unas con otras. No tiene idea del tránsito. No sabe quién anda para allá, quién viene para acá, quién anda en todas las direcciones. Y él intenta organizar aquella ciudad. Pero, como no logra ver todo, él para y entonces dice: “Bueno, en esta calle todos vamos a andar para acá y en la otra todos vamos para allá, y aquí solo para acá…”
Y después de algún tiempo, ve que no funcionó, porque iba a dificultar del otro lado. Y comienza a desesperarse y a querer encontrar una salida. ¡Pero él intentó algo!
Usted también ha intentado siempre algo en la vida. Todos intentan algo en la vida. ¡Todos intentan! Pero, después de un cierto tiempo, sintiendo que no logrará organizar, para que usted mismo viva mejor, busca una salida. Y ahí usted se desespera buscando una salida, y entonces, corre para una calle y no encuentra salida, corre para otra y no encuentra salida, y no encuentra salida…
Un día, usted termina encontrando la salida y sale de la ciudad, llega al camino nuevamente y se va.
Pero, si el archivador de hechos no fuese falible, si el archivador de hechos fuese perfecto, usted habría aprendido bien la lección. Y andando por el camino, al encontrar otra ciudad, usted no entraría en ella así, alocadamente. Usted se pararía ante las puertas de la ciudad, buscaría una colina, un cerro, porque su archivador de hechos habría registrado la experiencia anterior y le habría enseñado que usted necesita basarse en las experiencias anteriores, y necesita estar siempre atento para utilizar mejor su mente, porque sino, usted dará siempre cabezazos.
Ahí, usted subiría a una colina antes de entrar en la ciudad. Usted miraría desde la cima de la colina, todas las calles y callejuelas de la ciudad. Observaría cómo funciona todo en aquella ciudad. Miraría, analizaría y después, antes de descender a la ciudad, vería cuál es la salida, cómo se hace para salir.
Entonces, conociendo todo, usted entraría a la ciudad, escogería incluso el lugar que más le agrade. Viviría el tiempo que necesite vivir para alimentarse antes de tomar el camino nuevamente. Y usted entonces descendería, se alimentaría, buscaría ayudar a organizar −dado que sabe más porque ya vio desde arriba− y después de que hubiese pasado por toda aquella alimentación necesaria, volvería fácilmente y encontraría la salida. Caminaría por la salida, encontraría el camino y seguiría por el camino −el camino de la evolución− hasta encontrar una nueva ciudad.
Todo eso sería normal que suceda, con cualquier persona que comience a valorizar mejor su mente, que comience a reparar el defecto que existe en el archivador de hechos ya registrados. Y el archivador de hechos está roto en la mayoría de las personas. Y la persona no sabe, entonces, que necesita subir a la colina antes de continuar.
Y tiene toda la oportunidad.