12 de Diciembre de 1979
12 de Diciembre de 1979
¿Existe dosis de Amor? ¿El Amor puede ser dado en dosis? El Amor no tiene dosis. Es la esencia total de la plenitud.
La expresión dosis sugiere la idea de peso y, si el Amor es peso, él sobrecargaría y llevaría al sufrimiento, ya que dependería de la distribución en dosis por peso, se sobrecargaría en peso. Es lo contrario, en el Amor hay sensación de plenitud, que es levedad más allá de lo leve, donde no existe un antónimo. Entonces, si esta es la sensación del Amor, nunca podría ser dado en dosis, ya que es un estado de plenitud.
El odio ya es diferente, tiene dosis. Por lo tanto, él no es lo contrario del Amor. El odio está entre lo leve y lo pesado. El Amor está mucho más allá, porque no tiene contrario. Si el Amor transciende a la levedad o al peso, cuando se manifiesta es más suave, por lo tanto es tenue, interpenetra siempre todo. Todo el resto tiene su diferente y contrario.
¿Cuál sería, entonces, el objetivo de cualquier persona? Alcanzar algo absoluto, sin igual y contrario. Por lo tanto, llegar al estado de Amor. Él es el 1 del triángulo que alimenta a todos los otros.
¿Y quién alimenta el Amor? Él sustenta lo leve y lo pesado. Él sustenta los estados equilibrados. Su energía se torna el punto deseado, o el único punto que se quiere alcanzar, porque la inconsciencia no es igual al inconsciente; ella no existe.
Todo lo que está en la ley del equilibrio está en la ley del conflicto. Y los conflictos son las aspas de la hélice de la rueda porque mantienen el movimiento que es Vida, que es el Universo.
Entonces, en el movimiento está la causa y el efecto. O, el movimiento es la causa y el efecto, porque, estando en el espiral de los movimientos generados por los antagónicos, se mueven los factores esenciales que tienen dosis y peso diferentes, en una o en otra extremidad del eje. Y al moverse los factores esenciales de una extremidad del aspa, en la otra se provoca el desequilibrio, el conflicto, que mantiene el aspa en movimiento.
No habiendo antagónicos, esto es, transcendiendo el plano de los antagónicos del movimiento –movimiento que es el Universo– estaría el punto generador, cuyas emanaciones luminosas permiten la diferencia de los factores esenciales a ser colocados en las extremidades del aspa, punto este al que, inconscientemente, anhelan llegar.
¿Quién alimenta a este punto que a todos alimenta? Dentro de todo, ya dije quién alimenta. Ese conocimiento que crea la belleza del Universo, es el que lo libera a usted. ¿Se entiende que eso es el Amor? Solo por la mente usted podría llegar. Es estado de gracia. Es una explosión.
En cualquier lugar siempre hay necesidad de explosiones para que haya liberación de los estados de ligación de la materia, aspectos terrenos, etc. Si usted quiere salir de los planos de atracción de la materia, este es el camino: Luz.
Esto muestra que no hay obligatoriedad de salir de la materia grosera, terrena y otras existentes, por el Universo afuera. Pero, siempre que usted esté apegado a los aspectos materiales, siempre estará apegado a la tridimensión, no importa dónde. Y también muestra que usted podrá dar un salto muy grande para salir y no tener más apego. O entonces no seguir el camino, salir de la tercera dimensión y volver a lo más grosero. Como dice Dante: infierno. El libre albedrío entra exactamente para mantener esto en equilibrio y movimiento.
La inconstante búsqueda de los conocimientos lleva al placer constante de los sentidos.
¿Cuánto tiempo llevó perfeccionar el automóvil? Entonces, sepa que la estructura humana demoró siglos, miles de años para evolucionar, y está en evolución dentro del plano tridimensional.
¿Cuántos años tiene usted? ¿Ya descubrió una fórmula para responder? Basta con observar el conocimiento que fue grabado por la observación hecha por los órganos de los sentidos, en el transcurso de miles de años. Cuanto mayor, más edad. La causa y el efecto juntos. La propia energía de la voluntad es mayor o menor de acuerdo al conocimiento. Cuantos más factores de conocimiento, mayor el desprendimiento de energía.