1º de Diciembre de 1981
1º de Diciembre de 1981
Presentación de PRÓ-VIDA, en el Palacio de Convenciones de Anhembi
Continúo observando la actitud de ustedes. Felicitaciones, ¡ustedes lo consiguieron! El Universo está feliz. Un punto más de Luz. Una estrella más que podrá servir de guía a los viajeros del infinito. En el mapa celestial una nueva fuente de Vida nació. ¡Si supieran ustedes cuántos aplauden, la irradiación de su Luz fulgurante! Gracias. ¡Felicitaciones!
Sin embargo, necesito agregarles que la llama de una vela solo se mantiene mientras el combustible, cera, se dé al desgaste. Debo aún decirles que el mayor placer es adquirido cuando se es cera, aquella que mantiene la Luz. Es el Creador que se regocija en sus fulgurantes criaturas.
En términos prácticos explico que sería egoísmo de ustedes vivir en una sociedad tan feliz, tan alegre, sabiendo que están rodeados de seres que viven en la oscuridad.
Les sugiero que abran sus puertas, derriben sus vallas, que derriben sus tiendas para que la Luz pueda penetrar en los espacios oscuros de aquellos que los cercan. Que esta Luz llame e indique el Camino para todos aquellos de buena voluntad que se encuentren ya preparados. Déjennos entrar. A los que no quieran venir, lleven la Luz por intermedio de sus conductas.
Muchos sufren, muchos son los oprimidos. Para estos utilizamos la Ley del Diezmo. Esta Ley es justa y generosa. Manda que usted que trabajó, manda que usted, que tiene capacidad cerebral mayor, demuestre esta capacidad quedándose con el 90% del fruto de su felicidad y done el 10% –diezmo– del fruto de su capacidad a aquellos que tienen imposibilidad o menor capacidad, y por eso todavía sufren.
Den el 10% de su alegría. Den el 10% de su felicidad. Den el 10% de su amor. Den el 10% de su materia. Den el 10% de ustedes. Y reserven el 90% al mantenimiento del estado conquistado, que deberá servir como Ejemplo. Sí, yo dije Ejemplo, para que un día todos puedan Ser. Sí, yo dije Ser, pues el Diezmo es el privilegio de ser en las manos de quien da.