5 de Agosto de 1981
5 de Agosto de 1981
Una vez más queda probado para nosotros lo que está escrito en el texto del Gran Hombre: Lo que él tiene no nos importa; importa lo que él es. ¡La sensación de libertad y seguridad que esto confiere es tan grande! Cómo me gustaría que todos ustedes pudiesen sentir esto: la grandiosidad del conocimiento cuando está integrado a usted, pero plenamente integrado, cuando usted simplemente es.
(…) ¿Usted quiere un cielo dentro de usted? ¿Usted quiere un paraíso dentro de usted? ¿Usted quiere un estado de plenitud en felicidad dentro de usted? Despójese. Largue todo. Saque todo lo que tiene adentro. Quédese vacío para que entre algo que lo llevará al estado feliz. Y cuando usted esté ya bastante despojado y no haya encontrado la plenitud, la plenitud de la felicidad, puede tener certeza: es que usted se olvidó de mirar en aquel bolsillito… ¿olvidó o huyó…? Allí debe haber un grano de suciedad, allí debe haber algo que pesa. Con aquello retirado y también arrojado afuera, usted podrá obtener la plenitud total.
(…) Cada uno necesita aprovechar cada oportunidad, cada experiencia, para reconocer lo que está ocupando espacio que, una vez desocupado, va a permitir la ascensión. ¡Ascensión!
¡Necesita estar leve para subir!