En 1223, San Francisco intentó revivir la ocasión del nacimiento del Niño Jesús y festejó la víspera de Navidad con sus hermanos y ciudadanos de Asís en el bosque de Greccio.

Fue él el que se encargó de difundir la idea de crear figuras de barro que representaran el ambiente de la llegada de Jesús a la Tierra.

Desde entonces, la tradición del pesebre de navidad se difundió por el mundo creando un vínculo con la fiesta de Navidad. En el siglo XVIII, la recreación de ese escenario estaba completamente arraigada en las tradiciones de Nápoles y de la Península Ibérica.

En ese mismo siglo, procedente de Nápoles, la costumbre de armar el pesebre con figuras de barro o de madera se extendió por toda Europa. Hoy en día, en las iglesias y en los hogares cristianos de todo el mundo, se arman los pesebres para recordar el momento que dividió el tiempo, con imágenes de madera, barro, plata, vidrio, cristal o plástico y en distintos tamaños.

Actualmente, antiguas tradiciones navideñas como el árbol de navidad, el Papá Noel, la cena de Navidad, el pesebre y las canciones navideñas dan forma a la celebración de Navidad en todo el mundo.